Algo de historia

Ubicada en medio del Mediterráneo y entre el sur de Europa, norte de África y el Medio Oriental, Malta ocupa una envidiable posición estratégica que , lamentablemente,  se ha visto sujeta a continuas guerras y luchas entre  los grandes imperios a lo largo de los siglos.

Malta cuenta con una de las civilizaciones más antiguas en la región del mediterráneo, con ruinas que datan de la época del Neolítico. La antigua Malta fue un centro de comercio marítimo y tuvo una influencia importante en los países vecinos, tanto los países del continente como las otras naciones isleñas.

No es de extrañar que los imperios más militantes de la época considerasen a Malta como un premio, por lo que las islas fueron conquistadas por los Fenicios, Cartagineses y los Griegos antes de que los Romanos se hicieran cargo y reinara un relativo largo periodo de estabilidad. Durante este período, San Pablo visitó las islas y convertido a muchos a la nueva religión del cristianismo.

Después de la época Romana, que dejó un legado arquitectónico duradero, Malta fue ocupada por los bizantinos desde el siglo IV hasta el siglo IX. Los árabes tuvieron su continuación, a su vez, y dejaron su huella en la lengua Maltesa, que combina influencias del Latín y del Árabe. Los Normandos tomaron el control de las islas a manos de los Árabes en 1091 y con ello las islas pasaron a permanecer bajo el imperio Cristiano y se estableció la nobleza local.

Uno de los acontecimientos más importantes en la larga historia de Malta se produjo en 1530, cuando España dio la administración de las islas a la Orden de los Caballeros de San Juan, qe se habían visto obligados a retirarse de la cercana isla de Rodas después de los ataques Turcos otomanos. Los turcos sitiaron a Malta en 1565, y fueron rechazados por los Caballeros en una de las más impresionantes batallas defensivas en la historia. Los Caballeros construyeron numerosas fortificaciones en torno a las islas, la mayoría de los cuales todavía se mantienen intactas.

Los Británicos tomaron el control de Malta en 1800 tras un breve control de Francia, cuando Napoleón derrocó a los Caballeros como los gobernantes de las islas. Durante la Segunda Guerra Mundial, las potencias del eje de Alemania e Italia, trataron de capturar Malta, sin embargo y una vez más, la isla resultó ser todo un reto para los asediantes más decididos gracias en parte a las antiguas fortificaciones construidas por los Caballeros que demostraron ser una vez más la clave para la defensa con unas gruesas paredes de piedra pesada que resistieron a los bombardeos enemigos.

Tras la guerra, Malta luchó por la independencia de Gran Bretaña que le fue concedida en 1964. No obstante, Malta siguió siendo un miembro de la Commonwealth y se unió a la Unión Europea en 2004.

Preparando el Viaje

Malta  es un destino que puja poco a poco por convertirse en una de las mejores propuestas turística, en una época en que muchos viajeros van a la búsqueda de destinos originales, no masificados.. Su infraestructura turística, así como la posibilidades que ofrece la isla a la hora de planificar el viaje son amplias, por lo que merece la pena emplear algún tiempo, mucho..., en trazar un itinerario y el tipo de viaje que se pretende realizar. Las posibilidades son muchas, pero no se debe olvidar que Malta es uno de los destinos preferidos para estudiar inglés, y ello puede conllevar problemas de disponibilidad.

La mejor manera de llegar a Malta es por avión, son varias las compañías aéreas que operan en la isla, pero debido a que nuestro presupuesto es algo más bajo, hemos apostado por volar en una compañía low cost como Ryanair.

Las alternativas de transporte presentan un amplio abanico de posibilidades que permiten a cada viajero desplazarse por el país según sus presupuestos y necesidades. A la hora de explorar el país disponemos de múltiples posibilidades desde la más cómoda y económica, que es viajar en autobús, hasta viajar en automóvil, moto o bici. Disponemos de numerosas agencias de alquiler, de los vehículos anteriormente mencionados. En esta ocasión nosotros alquilaremos un coche con la agencia Globel car, que nos ofrecía un precio muy competitivo.

Conducir en Malta no es diferente a hacerlo por España, con la salvedad importante de que se conduce por la izquierda como en Gran Bretaña. Pese a esta pequeña diferencia, las normas de circulación son las mismas que en España. Eso sí, es aconsejable hacerse con un mapa de carreteras, que aunque la isla no es demasiado grande, y es sencillo moverse, siempre saca de algún apuro. Como casi siempre nosotros usaremos el mapa Malta-Gozo de la editorial freytag&berndt, que para nuestro gusto es de los mejores del mercado.

Los diferentes tipos de alojamiento en Malta van desde hoteles de lujo hasta el hospedaje en casa particulares. Los precios varían dependiendo del alojamiento elegido pero por lo general son precios altos en época estival. El alojamiento más popular del país son las residencias de estudiantes y los albergues juveniles. Hablamos de hospedajes informales donde todas las estancias de la casa son comunales y donde todas las habitaciones disponen de cama en ocasiones en habitaciones comunales. Otra de las posibilidades que existe son las granjas, lo que en España serían las casas rurales. Una recomendada elección para todo aquel que quiera disfrutar de la naturaleza pero con ciertas comodidades, aunque no asequible para todos los bolsillos. Nosotros nos hemos decidido por un hostelling international de la cadena hihostel, usada habitualmente en todos nuestros viajes, y que tan buenos resultados nos está dando, tanto en precio como en calidad.

Y por supuesto no se puede ir a visitar un país sin antes haberse informado bien acerca del mismo. Existen muchas guías turísticas sobre Malta, la mayoría en ingles, pero la que recomiendo por ser la que más nos gusta a nosotros y ser la más utilizada en nuestros viajes es la de Lonely planet. Pero por supuesto que puede servir cualquier otra. También en Internet puedes encontrar mucha información sobre la isla, todo es "perder" el tiempo buscando.


Buggiba. 27 Julio 2014

Buggiba Beach
Hoy hemos llegado a Malta, destino de nuestras vacaciones este año.
Hemos pasado gran parte de la noche y la mañana viajando, y aunque llegamos algo cansados, la ilusión puede con todo.  Lo primero que hacemos a nuestra llegada al aeropuerto es recoger nuestro Peugeot 107 que hemos alquilado. Algo muy importante a tener en cuenta cuando alquiléis en Malta un coche. Al recogerlo te cobran un deposito entero, y no tienes que devolverlo lleno. Es una faena, porque te lo cobran más caro que si lo llenases tú en una gasolinera, pero es una costumbre establecida por todas las agencias de viaje. Y algo más, e importante. El seguro. A nosotros nos ofrecieron dos opciones; una fianza de 1500 euros y en función del estado del coche cuando lo dejas te la devuelven íntegra o parte, o un seguro diario de 9 euros. Nosotros tras recorrer Malta durante 12 días, sin duda, no nos arrepentimos de haber elegido el seguro. Porque tal y como conducen y aparcan, no habríamos  recuperado toda la fianza. Nos dejaron el coche marcado por delante, por detrás y por los lados. Lo que aún no nos explicamos es como acabamos con los dos retrovisores intactos. 

Tras cargar nuestras mochilas en el utilitario, nos vamos en busca de nuestro hostal en Buggiba. Nos ha costado un poco dar con él, pero al final hemos llegado. El hostal es justito, pero esperamos que sea suficiente, no necesitamos lujos, pero unos mínimos sí, y este hostal parece que los mínimos serán muy mínimos. Pero teniendo en cuenta el precio, nos lo teníamos que imaginar.

Iglesia de la Hoguera
Nuestra primera impresión de Malta dista mucho de una idílica isla del mediterráneo. Está todo en construcción, carreteras, ciudades, casas...da la sensación de estar en Marruecos o Jordania. Y el calor...madre mía que calor.

Tras dejar nuestras mochilas en el hostal, lo primero que hemos hecho es buscar un lugar para comer. La playa, nos ha parecido un buen lugar para liarnos nuestro sándwich de jamón serrano que nos hemos traído de España. La playa de Buggiba no es una playa al uso. No tiene arena, ni siquiera es de piedras. Toda la bahía son rocas, donde la gente se sienta a tomar el sol. Para acceder al mar, en distintos sitios han colocado unas escaleras. No parece demasiado cómodo para tumbarse.

La tarde, la hemos dedicado a pasear por la ciudad que hará de centro de operaciones, Buggiba, situada en la bahía de St. Paul. Lo cierto es que no hay demasiadas cosas que ver en Buggiba, salvo la torre Wignacourt, y la iglesia de la hoguera. Pero por la tarde noche se convierte en un lugar turístico bastante animado, donde poder tomar una cervecita en una terraza frente al mar, o cenar en diferentes restaurantes no excesivamente caros. Y la verdad es que tiene un paseo marítimo bastante agradable. Creo que puede ser un buen lugar para terminar los días.

Torre Wignacourt
Lo primero que hemos visitado ha sido la iglesia de la hoguera, del siglo XVII. Está situada enfrente del mar, siguiendo el paseo marítimo hacía el sur.  Se supone, que hasta aquí llego el Sant Paul nadando tras naufragar su barco. Se llama así, porque durante la fiesta del naufragio, se enciende una hoguera frente a la iglesia.

Continuamos nuestro recorrido por la ciudad hasta la torre de Wignacourt. Esta fue la primera torre de defensa construida por el maestre Wignacourt, en 1600.

Durante nuestro paseo por la bahía, se me ha ocurrido bajar a comprobar la temperatura del mar. Y no he tenido mejor idea que acercarme a la orilla por una de las rampas que utilizan para introducir las embarcaciones al mar. Casi tenemos un disgusto. Me he patinado, y no podía parar, era como llevar unos esquís en las zapatillas..me he metido hasta más arriba de los tobillos. Afortunadamente no me he caído, porque llevaba la cámara de fotos colgando. Bueno, ya he probado el agua. Y de paso, he lavado los calcetines y las zapatillas. Que Cristo !!

Como ya se nos está haciendo la hora de cenar, y nos puedo estar paseando con las zapatillas empapadas, además tenemos algo de hambre, ya que hoy hemos desayunado poco en barajas y hemos comido poco, así que sobre las 21 horas nos sentamos en una terraza en el paseo marítimo.
Por 19 euros hemos disfrutado de una pizza bastante buena y grande y una ensalada maltesa (alcaparras, lechuga, pepino, remolacha, atún, aceitunas negras, tomate, salami, cebolla y queso) enorme con sus dos buenas pintas de Cisk, una cerveza lager local. Con el calor que está haciendo, creo que esta cerveza nos acompañará durante nuestras vacaciones maltesas.

Hoy ha sido un día largo, así que tras dar un pequeño paseo por la bahía, ponemos rumbo al hostal, mañana queremos levantarnos pronto para seguir recorriendo la isla.

Rabat. 30 Julio 2014

Rabat
Aunque ayer ya tomamos contacto con el país, hoy damos por iniciadas nuestras vacaciones en Malta. No hemos madrugado demasiado, creemos que llevando un ritmo tranquilo, pero sin pérdidas de tiempo, tendremos ocasión de ver toda la isla y disfrutar de sus playas. Nos hemos puesto en marcha a las 8 de la mañana, y lo primero del día ha sido desayunar en un bar cercano al hostal, para a continuación poner rumbo a Rabat. En malta las distancias no son grandes, y aunque en el mapa de carreteras, te indique que cruzas prácticamente el país de norte a sur, el viaje solamente nos ha llevado 20 minutos.

Rabat, es una ciudad atractiva y fotogénica de estrechas calles y balcones de madera pintados de diferentes colores. Ha sido interesante llegar a primera hora del día. No solamente por quitarnos horas de calor, sino porque apenas encuentras turistas por la calle.

Nuestra señora de la gruta
La primera visita ha sido a Nuestra señora de la gruta, la Iglesia de San Domingo. Esta construida en la gruta donde la Virgen se le apareció a un cazador en 1400. En la actualidad es además un convento de frailes dominicos.

Dando un agradable paseo hacía el norte del pueblo, no lejos de la iglesia que acabamos de visitar, se encuentran las catacumbas de St. Paul´s, nuestro siguiente destino. Realmente se trata del Museo Wignacourt donde además de las catacumbas visitas el susodicho museo, la gruta de St. Paul y los refugios antiaéreos de la Segunda Guerra mundial. La entrada para todo el complejo nos ha costado 5 euros, más 1 euro el audioguía.

Catacumbas
Las catacumbas se St. Paul, se llaman así por su proximidad a la iglesia de St. Paul, tiene lógica ¿no? y datan del siglo III a.C y durante 500 años fue lugar de enterramientos, aunque durante la Edad Media fue utilizado como almacén de productos agrícolas. Durante el recorrido, los angostos pasillos de las catacumbas se confunden con los pasillos de los refugios antiaéreos que se usaron en la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en un pequeño laberinto de túneles. De hecho, las propias catacumbas fueron parte de estos refugios. Se trata de un lugar húmedo y oscuro cargado de historia. A nosotros nos ha parecido fascinante la visita.

Desde las catacumbas accedemos a la gruta donde se dice que San Pablo oró durante su estancia en Malta, y desde aquí por unas escaleras subimos hasta la iglesia de St. Paul, construida en 1675, en estilo barroco. Ambos lugares merecen una visita.

A continuación pasamos a visitar el Museo Wignacourt. Desde nuestro punto de vista carece de interés artístico, aunque seguramente el interés histórico es enorme, no en vano, este lugar fue visitado por el Papa Juan Pablo II.

Tras pasar prácticamente la mañana entera en nuestra visita al Museo, nos tomamos un pequeño descanso y aprovechamos para comer un pequeño sándwich, en la plaza más importante de Rabat, nos damos un paseo por las calles de la ciudad. Nuestra intención era visitar Domus Romana, pero la villa romana estaba cerrada por obras. Justo enfrente de Domus Romana están las catacumbas de santa Ágata. Mientras estábamos en la puerta decidiendo si entrabamos o no, una simpática y cariñosa avispa, ha querido darnos la bienvenida a Rabat dejándome su aguijón clavado en mi dedo...dios como me ha dolido!!! al menos este incidente nos ha ayudado a decidir si entrábamos o no a las catacumbas. NO!!! vámonos de aquí. Así que cogemos de nuevo el coche, y ponemos rumbo a los acantilados de Dinglí.

Acantilados Dingli
Estos acantilados se dice que son espectaculares, por sus 220 m de altura. La verdad es que son llamativos y bonitos, pero no creo que lleguen a ser espectaculares. Quizás, no nos parezcan espectaculares por tener muy reciente la visita a Moher, pero es cierto que se agradece pasear por Dingli, ya que la brisa, hace más soportable el calor. Y las vistas acompañan bastante. Hay un pequeño sendero que recorre los acantilados, y que nosotros hemos recorrido, bueno una pequeña parte de ellos. Aquí está la pequeña capilla de Santa María Magdalena, y no muy lejos de ella está Ta Zuta, el punto más alto de Malta con 253m. Muy lejos del Everest..

Después de pasar un rato agradable paseando por los acantilados hemos ido a ver el Palazzo Verdala. Hemos estado un buen rato dando vueltas con el coche buscándolo. No había forma de encontrarlo. Finalmente damos con él. Al llegar, vemos que la verja estaba abierta, así que ni cortos ni perezosos y sin ningún tipo de impedimentos entramos con nuestro coche hasta el parking del palacio, prácticamente en la propia entrada. Nos sorprende no ver gente, más allá de los obreros que estaban preparando unas sillas y una carpa, pero tampoco le damos mucha importancia al tema. Viendo que el palacio no es visitable decidimos marcharnos. Al llegar a Buggiba y buscar información sobre el palacio, nos hemos dado cuenta que nos hemos colado en la casa de verano del presidente de Malta. Madre mía !! ¿pero qué seguridad hay aquí, que dos turistas se cuelan en la casa del presidente y nadie les dice nada?

Atardecer Buggiba
Tras pasar un momento por el hostal para ducharnos, otra vez con agua fría. No se que pasa con el agua caliente en este sitio, pero se nos está empezando a calentar la cabeza con el tema, nos vamos en busca de un lugar para cenar. Un pequeño pub de estilo inglés nos parece un buen lugar para comernos un fish and chips acompañado de guisantes. Por supuesto lo acompañaremos de una cerveza local, en este caso es una John Smith, una pale ale que te ofrecen como una cerveza local, pero que en realidad es inglesa, pero está bastante rica.

Al igual que ayer, el pueblo se ha llenado de gente por la noche. Así que después de cenar, damos un paseo por Buggiba, aprovechando que se ha levantado un poco de brisa y se puede respirar, porque menudo calor hemos pasado durante todo el día.








La Valletta. 31 Julio 2014

Ayer nos dimos cuenta que no hace falta madrugar en exceso para que tengamos tiempo suficiente para visitar Malta en los 14 días que vamos a estar en la isla, así que hoy nuevamente nos levantamos a las 8 de la mañana. Sin madrugón ni camada.

Nuestro desayuno hoy ha sido salado, en la misma orilla del mar. Dos cappuccino, unas tostada francesa, y unos tostadas con huevos revueltos con un poco de ensalada, todo ello para compartir entre los dos, ha sido nuestra primera comida del día.

Mientras desayunábamos hemos decidido ir directamente a la capital del país, la Valletta, que como ellos dicen es una ciudad creada por caballeros para caballeros. La Valletta es sin duda uno de los puntos que tiene que ser visitado, ya que no tiene precio pasear en medio de las calles y edificios barrocos de esta amurallada ciudad. Aunque no es una ciudad con mucha vida nocturna, la tranquilidad que se respira a partir de las 6 de la tarde donde puedes pasear prácticamente solo, es parte de su encanto.

Nuestra primera visita a sido a la concatedral de San Juan. Una cosa que tenéis que tener en cuenta al visitar este monumento es que deberéis pagar en metálico. No admiten tarjetas. Sí a mi también me parece algo tercermundista, pero que se le va hacer, se pagan los 6 euros de la entrada en efectivo y ya. Esta era antiguamente la iglesia de los caballeros de la orden de San Juan y fue diseñada por Gerolamo Cassar en 1578. Esta iglesia es un lugar que sin duda tiene que ser visitado, ya que su decoración barroca, los mármoles del suelo y su colección de pinturas de Caravaggio hacen de este lugar una maravilla.  También es el lugar de descanso eterno del fundador de La Valetta, el Gran Maestre Jean Parisot de la Vallette, cuya tumba está en la cripta. La catedral se trata de  un silencioso santuario, lugar de contemplación, ajeno a las bulliciosas calles del exterior.
Concatedral San Juan

La iglesia debe su rica herencia a que durante más de 200 años fue la iglesia conventual de la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén. Los grandes Maestres y caballeros donaban obsequios de gran valor artístico a y hacían espléndidas contribuciones para enriquecerla.

La fachada simpe, flanqueada por dos enormes campanarios, es austera y posee el carácter de una fortaleza reflejando el talante sobrio de la Orden después del Gran Sitio de la ciudad. El interior, que consiste en una amplia nave con bóveda cilíndrica interior y dos naves divididas en capillas laterales era igual de simple en su origen. Las capillas laterales fueron diseñadas en las ocho lenguas de la orden. Una de las capillas más importante, obra del Gran Maestre Cotoner el a Capilla de Aragón, donde se puede ver una pintura de San Fermín y otra de San Francisco Javier.

La Valletta
Prácticamente se nos ha ido la mañana en la visita a la concatedral. Así que antes de seguir con nuestra visita a la capital, decidimos comer algo. Enseguida damos con un restaurante donde pedimos unos tagliatelli al pesto y unos spaghetti con setas, gambas y tomate seco. Pensareis que era un italiano, pero no. La comida maltesa comparte multitud de platos con la italiana. Y en la dieta maltesa no puede faltar la pasta. Nos han sacado dos platos que no eran enormes, eran eternos !!! no se acababan nunca. Cuanto más comías más había en el plato. No ha habido forma de acabar ninguno de los dos platos. Y estaban riquísimos.

Por supuesto, para no faltar a nuestra tradición cervecera, esto magníficos platos han estado acompañados de dos pintas de Hopleaf, una cerveza pale ale bastante rica y elaborada en Malta. Pero no os vayáis a pensar que solo bebemos cerveza, todas las mañanas nos tomamos un cappuccino !!!

La Vallett
El resto de la tarde la hemos dedicado a pasear por las empinadas callejuelas de la capital, y visitando lugares como el palacio del Gran Maestre, que solamente hemos visto desde el exterior.

La fortificación de St. James´Cavalier que actualmente es un centro artístico a nuestro juicio de escaso valor, situada justamente enfrente del parlamento.

Los jardines Upper Barrakka que tienen unas imponentes vistas sobre las tres ciudades. Es un lugar fantástico para un pequeño descanso alejado del bullicio de la ciudad. La Saluting Battery, una terraza situada justamente debajo de los jardines, donde sus cañones en tiempos lejanos disparaban salvas a los navíos visitantes, en la actualidad, se disparan todos los días a las 12 de la mañana.

Saluting Battery
El fuerte St. Elmo, que actualmente está cerrado. Aunque qué significa eso para nosotros, después de habernos colado en el palacio presidencial...pues eso, ni cortos ni perezosos, hemos aprovechado que una puerta estaba abierta para colarnos dentro. Tras un buen rato paseando por su interior sin que nadie nos dijese nada, hemos leído en la guía que este fuerte en la actualidad es la academia de policía. Vaya lío, ya verás como salimos en todos los videos de seguridad del país !!!

Merece mucho la pena llegar hasta el museo nacional de la guerra, aunque como nosotros no se visite, pero las vistas desde sus bastiones de St. Gregory, Ball o abercrmbie son de las mejores de la capital junto a las de los jardines Upper Barrakka.

Sin darnos cuenta ya se nos ha echado encima la tarde, debemos de ser los únicos turista que quedan en La Valletta. Pero antes de irnos hacia el hostal, hacemos una pequeña parada en Msida para dar un pequeño paseo alrededor de su animado puerto.

Después de pasar un agradable rato en Msida nos vamos hacía Buggiba. Tras más de 20 minutos buscando un sitio para aparcar, por fin nos hacemos con un preciado hueco donde meter nuestro coche. Menos mal que necesitamos un hueco pequeño. Hoy para cenar, elegimos un pequeño garito donde nos tomamos dos pastizzi, una especie de empanadilla, de pollo y otra de carne que nos las comemos mientras paseamos por Buggiba.

Aunque hoy hemos tenido un día intenso y estamos un poco cansados, sacamos algo de tiempo para sentarnos en una terraza para tomarnos un tequila sunrise y una piña colada, por los que nos han clavado 9.40 euracos. Han sido caros pero estaban buenos, y ha sido un buen rato con el que poner fin a un gran día.

Golden Bay - Mdina. 1 Agosto 2014

Golden Bay
Hoy al igual que el resto de días, nos hemos levantado a las 8, así que no se puede decir que estemos madrugando mucho. Tampoco es que nos apremie el tiempo.

Nuestra jornada ha comenzado calentita. Lo primero que hemos hecho hoy ha sido discutir con el dueño del hostal por las condiciones de nuestra habitación.  Llevamos tres días aquí alojados y no hay rastro del agua caliente y los enchufes no funcionan. Esto último es una faena, porque para cargar las cámaras tendremos problemas, pero lo del agua caliente es una putada.  Tras una acalorada discusión, hemos conseguido que nos cambie de habitación, con lo que hemos mejorado bastante. Tenemos agua caliente, funcionan todos los enchufes y tenemos un ventilador en el techo que funciona. Todo un lujo.

Tras desayunar en una terraza, dos capuccinos y cuatro pancakes nos ponemos rumbo a la famosa Golden Bay.  Golden Bay es una de las playas de arena más populares de Malta, y se encuentra situado en un área de sorprendente belleza natural.

Golden Bay
Hoy es nuestro primer contacto con las playas maltesas, y la verdad que ha estado genial. Es un sitio fantástico para disfrutar de la playa y de un buen baño. Eso sí, tened cuidado con las medusas, ya que frecuentan bastante estas aguas cálidas.

A la hora de comer, hemos preferido subir hasta la torre de vigilancia que hay arriba del acantilado., muy cerca del parking donde hemos dejado el coche. Aquí se disfruta de unas magníficas vistas y de una inmejorable brisa, porque el calor es agobiante en la arena. Sentados a los pies de la torre y después de haber sacado varias fotos, nos liamos unas sándwich de jamón y queso que nos saben a gloria.

La tarde la hemos dedicado a visitar Mdina, una buena ciudad para visitar en días de mucho calor, ya que sus estrechas calles medievales ofrecen un buen refugio al bochorno.
Mdina, conocida también como La ciudad del Silencio, es una de las ciudades más espectaculares de Malta.  Este encanto hace que sea bonito visitar Mdina durante la tarde noche, cuando la marea de turistas han abandonado sus calles y pasear en medio de la calma de esta ciudad te transporte a tiempos de comerciantes y juglares. Asimismo las vistas que ofrece de Malta desde la muralla también son dignas de ver.

La mayoría de edificios son de arquitectura barroca. Esta pequeña ciudad está llena de pequeños palacios privados de la época, iglesias y  plazas.

Catedral San Pablo
La catedral de San Pablo construida el siglo XI es nuestra primera visita en la ciudad. Es un edificio bonito de ver, pero no sabríamos decir si vale los 5 euros de su entrada, lo que no tenemos muy claro es si merece la pena hacer una parada en el museo catedralício, nuestra siguiente parada. Ya que salvo algunas gravados de Durero, poco más se puede ver.

El resto del tiempo en la ciudad lo dedicamos a pasear sin ningún rumbo fijo. Es una ciudad que se puede visitar en tres cuatro horas tranquilamente.

A última hora de la tarde decidimos volver a Buggiba para cenar. fiesta de la cerveza en el parque Ta´Qali de Mdina. Una especie de Octoberfest pero en Agosto y en Malta. El festival lleva más de 30 años celebrándose.  Principalmente, es un festival de cerveza así que cogimos unas cuantas pintas para ir probando las cervezas maltesas que ofrecían, y empezar a refrescarnos antes de los conciertos que son ¡Gratis!  ¡Gratis!, las cervezas no, estas hay que pagarlas.  Tienes la opción de coger un “mug” o una jarra del festival para llevar a tu casa y guardar como recuerdo, o sino en vaso de plástico.
Mdina Street
Hoy toca algo ligero, sano y depurativo, vamos, un par de hamburguesas completitas. Tenemos que hacer cuerpo, ya que a la noche vamos directos a la

Con la cerveza en mano fuimos hacia el escenario que se habían construido para el evento: uno pequeño donde estuvimos la mayoría del tiempo escuchando un par de grupos de rock  malteses. 

Cerveza y conciertos de rock hasta las 2 de la madrugada. Un buen colofón a un día que comenzó calentito.